Estimado Sr.
Probablemente otras personas, asesores o entendidos de los que pueda tener a su alrededor hayan ya podido planteles las siguientes ideas y al final, hayan resultado cuando menos difíciles, sino imposibles de llevar a cabo. No obstante no me quedaré tranquilo si no se las planteo.
Desde hace un tiempo, me embarga la profunda preocupación del qué será de nuestros hijos en un futuro próximo, desprovisto de la energía de los combustibles fósiles. Esa época tan temible, se acerca a pasos agigantados y el mundo no parece querer darse cuenta. Sólo reaccionará cuando ocurra lo que ha ocurrido con la crisis económica y financiera actual. Esto es sólo un aperitivo de lo que nos espera si no empezamos a poner los medios a marchas forzadas.
Ya sé que me dirá que nuestra región está haciendo un gran esfuerzo en ser autosuficiente mediante energías renovables. Si, es cierto, eólica, solar, etc y es verdaderamente admirable, pero... y ahí es a dónde yo quería llegar, ¿y si se hiciera algo como lo que le voy a plantear? ¿no avanzaríamos mas aún?. El tiempo no nos sobra.
Siendo, como somos, una región pobre, sin embargo somos ricos en territorio (hace unos años, íbamos, mis tres hijos, mi esposa y yo, en nuestros viajes, paseando una camiseta con la leyenda “soy de Castilla-La Mancha, no solo es bonita, también es ancha”). Una tierra ancha en dónde miles de viñas se han estado retirando porque no eran rentables o porque así lo requerían las políticas comunes, quedando eriales improductivos. El vino es un producto muy apreciado de nuestra tierra y mueve la economía de grandes zonas, pero al que se le buscan mercados exteriores para poder colocar la producción que no se consume en el interior ya de por sí regulada por la OCM del vino. Me he preguntado de siempre, si sería posible que se fomentase el cultivo de viña para la producción de alcohol puro para la industria de los bio-combustibles. No soy ningún experto, pero sé que el alcohol puro tiene un poder energético mayor que el de la gasolina, (al menos en automoción). La idea sería volver a replantar de viña (quizás la OCM del vino no lo permita, pero si es solo para producción de alcohol de quemar y con la regulación y vigilancia necesaria...) e incluso plantar mucho mas territorio aún. Los efectos serían varios:
-Se pondrían en producción grandes extensiones de viña, que revitalizaría nuestra economía con la consiguiente creación de nuevos puestos de trabajo.
-Se produciría un combustible bioenergético sin los problemas que acarrean el uso de cereales como el maíz, el trigo, la cebada, etc, asociados a la alimentación y con un residuo de la combustión totalmente inocuo, agua y co2, sí co2, pero un co2 que Ud. ya sabe, que no proviene de combustibles fósiles, retirado de la atmósfera hace millones de años, sino del que unos meses atrás absorbió la planta durante su crecimiento.
-A ésta producción bioenergética, se le ha de añadir los restos de los sarmientos una vez podada la cepa, que en este supuesto escenario resultarían muy abundantes y que pueden servir para compostage o también como bio-combustible secundario.
-Además, se obtendría el otro material que ya se usa como biocombustible, el orujo, del que también resultarían grandes cantidades.
-Si la plantación extensiva se hace con el suficiente control y apoyo técnico especializado es posible que incluso se puedan generar beneficios mediambientales, siendo como es la viña, un tipo de cultivo de secano con poco o nada consumo de agua.
-En producción de alcohol, durante las primeras fases de éste plan, nuestra región no tendría mucho que desarrollar, puesto que lleva haciéndolo de toda la vida, pero sí que habría que ampliar instalaciones con el consiguiente aumento de puestos de trabajos. Luego investigar, mejorar, etc. Mas puestos de trabajo.
Sigamos soñando.
Ahora supongamos que el Gobierno que Ud. preside, fomenta “fuertemente”, junto con nuestra Universidad –imprescindible-, la investigación y desarrollo de todo lo concerniente en este tipo de energías renovables con el fin de conseguir mejor eficiencia energética no sólo en el aprovechamiento del alcohol, que es lo que nos trae aquí, sino también en las otras fuentes de energías alternativas que ya se están fomentando, fotovoltaica, eólica, etc, fomentando incluso la creación de empresas públicas energéticas y estratégicas que garanticen la total independencia de nuestra región en el tema de la energía, lo que supondría mas nuevos puestos de trabajo y ademas puestos de trabajo de calidad.
Una industria energética limpia y renovable, como la que he planteado arriba, se ha de acompañar no sólo con un cambio en la conciencia de los ciudadanos sobre el problema de los combustibles fósiles, sino también en un cambio en la cultura del automóvil.
El modelo que imagino -que pienso imaginan muchas personas ya- , podría ayudar a cambiar esa cultura mediante la renovación del parque de vehículos adecuándolo lo antes posible a los nuevos combustibles. El alcohol, se podría usar tanto en motores de combustión interna como transformándolo en electricidad que posteriormente se usaría mediante la utilización de baterías recargables 100% reciclables y biodegradables. Esta ultima opción, es mas de mi gusto, pues homogeneizaría mejor la producción de esos nuevos vehículos, al unificar el tipo de combustible. Sería interesante pues fomentar apuestas productivas, tecnológicas y de investigación, en esa dirección. Además se tendrían que crear o reciclar muchos tipos de industrias secundarias del sector hoy en franca crisis, cuyo impulso a la economía sería notable.
Otra posible opción sería la centralización de toda la producción de bio-combustibles en plantas generadoras de energía eléctrica, para su uso, una vez transformada en todo tipo de actividades industriales, automoción, hogar e incluso exportación aunque sería difícil que sobrase.
La crisis económica va a dejar miles de personas en el paro y cientos de industrias en la ruina, pero no se puede volver a impulsar de nuevo el mismo mundo económico porque seguirá basado en el consumo de combustibles fósiles y volverá a ser un gigante con los pies de plomo.
Por eso creo, que ahora, precisamente ahora, es el momento de fomentar e impulsar algo diferente, algo como esto en nuestra región. Ahora que todo se derrumba, es el momento de poner ladrillos pero en una nueva casa. Si se hace a tiempo y con tino, además, podría servir de modelo para gentes en otras regiones no sólo de España sino de todo el planeta.
Atentamente
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