lunes, 3 de diciembre de 2007

a vueltas de nuevo contra el nacionalismo, xenofobia, fundamentalismo...

Hoy la tv nos ha dado la noticia de un atentado en el que ha sido asesinado un guardia civil y herido muy grave su compañero. También nos ha ofrecido la grabación de la inmolación de una musulmana dentro de un consultorio médico o al presidente de un país latinoamericano alardeando y amenazando a uno de la Unión Europea y mas noticias como el asalto por un ejército a un pueblo sudamericano con gases lacrimógenos dentro de las casas de donde salían madres con sus hijos medio asfixiados y muchas otras mas como éstas.
Supongo que los grandes expertos en temas sociológicos se habrán preguntado alguna vez qué hay detrás de determinadas actitudes extremistas, fundamentalistas y como es posible que una y otra vez, se repita esta historia y que haya además grandes masas apoyándolas.
Ideas que nacen como consecuencia de determinada particularidad cultural, económica, religiosa, o simplemente regional y que en principio puedan parecer legítimas, son desarrolladas por hábiles pensadores, hinchadas con variadas aportaciones y revierten en la población a la se pretende implicar, produciendo a partir de ese momento sentimientos de singularidad especial. A continuación, políticos, clérigos, etc, no menos hábiles, cultivan ese sentimiento, con las aparentes buenas razones del bien común, el progreso, de la salvación..., que en realidad enmascara ansias de poder a cualquier nivel.
Y lo mas triste de todo esto son las herramientas que se usan para esta manipulación.
La mejor herramienta es la incultura, mucha gente, incluso habiendo llegado a la universidad, exhibe una enorme ignorancia. Esta es el mejor abono para que crezca la semilla del nacionalismo, la xenofobia, el fundamentalismo y de todos los males sociales que afectan nuestro mundo. Luego, cuando las ideas se han afianzado, lo mas peligroso es que estas acaben en los círculos cultos o en las clases dirigentes con propio auto convencimiento de que son ciertas. Así pasa con los nacionalismos o con las religiones. Cuando los propios dirigentes se las creen los conflictos sociales estarán servidos.
Y por último, la juventud, cuyo impulso y facilidad de modelado, es aprovechado por ideólogos y dirigentes, para dar profundidad a las causas y latencia en el tiempo.
Por eso, es necesario, y no solo necesario, sino imprescindible, la formación del ciudadano desde la mas tierna juventud, en el respeto a los valores democráticos, los derechos humanos y el rechazo a la violencia de cualquier tipo. Igualmente es fundamental una profunda formación cultural en todos los aspectos que a la larga lo hará mas libre para cualquier tipo de decisión futura.