Parece ser que hay alrededor de 6700 idiomas en el mundo y se suele decir que esta enorme cantidad de idiomas es índice de la gran diversidad humana.
Evidentemente es un índice de diversidad. Los humanos, al extendernos por toda la Tierra, ocupamos, en muchas ocasiones, territorios aislados por múltiples tipos de barreras naturales, que a la postre, dieron como resultado, por evolución, la enorme cantidad de lenguas y dialectos distintos que actualmente existen.
Ahora bien. En los paises avanzados, ya entrado el siglo XXI, la diversidad lingüistica, que desde un punto de vista cultural y político parece ser tan importante, desde el punto de vista práctico es algo arcaico e inútil a la par que muchas veces la diversidad idiomática es utilizada, descaradamente por los nacionalismos, como uno de los pilares básicos para el mantenimiento de sus postulados individualistas.
Culturalmente sí que enriquece, pero este argumento no es suficientemente poderoso como para desbancar la gran ventaja que supone un idioma común de entendimiento entre todos los pueblos de la Tierra.
Actualmente, los medios técnicos a nuestro alcance y la sociedad de la información permiten la comunicación directa de millones y millones de habitantes de la Tierra. Por tanto esas barreras geográficas ya no existen y como resultado la evolución se ha invertido tendiendo hacia una lengua común.
¿Y qué lengua sería ésta?. Por lógica debería ser el inglés.
Porque, aquellas personas que usan o pueden usar el inglés, aventajan enórmemente a cualquier otra ya que tienen a su disposición todo el conocimiento humano y sin tener que perder el tiempo en traducciones.
El establecimiento de una lengua común aprendida desde la infancia como propia, a la par que la materna, si así se desea, devengaría un ahorro considerable de tiempo y esfuerzo de aprendizaje extemporaneo de un idioma (otra clara desventaja para los no anglohablantes), que se podrá invertir en una mejor formación y producción en otros campos.
El establecimiento de una lengua común aprendida desde la infancia como propia, a la par que la materna, si así se desea, devengaría un ahorro considerable de tiempo y esfuerzo de aprendizaje extemporaneo de un idioma (otra clara desventaja para los no anglohablantes), que se podrá invertir en una mejor formación y producción en otros campos.
Otra ventaja del uso de un idioma común, es que facilita el trasiego de personas y culturas, el entendimiento y respeto entre ellas.
El establecimiento de un idioma común deberia ademas a contribuir a la paz mundial desde el momento en que la diversidad lingüistica dejase de ser una de las escusas esgrimidas por los nacionalismos.
Paradójicamente, podemos afirmar que los ingleses son, desafortunadamente, de los nacionalistas, los más. Rechazan lo que la comunidad internacional está adoptando como común, cosas como conducir por la derecha, usar el sistema métrico decimal, adoptar el euro como moneda o aceptar una constitución común (estas dos sólo como miembro de la UE, de momento), usar enchufes estándares, etc, etc.
(ACTUALIZACION: El 1 de junio de 2007 publiqué esta entrada. Diez años despues -2017-, el Reino Unido no sólo sigue teniendo enchufes diferentes, también ha decidido mediante el famoso Brexit desmarcarse de la Unión Europea y salirse de ella)
Aún así pienso que el uso del inglés como lengua común sería beneficioso en última instancia para la humanidad.(ACTUALIZACION: El 1 de junio de 2007 publiqué esta entrada. Diez años despues -2017-, el Reino Unido no sólo sigue teniendo enchufes diferentes, también ha decidido mediante el famoso Brexit desmarcarse de la Unión Europea y salirse de ella)